La voz detrás de Carrie (2013): entrevista a Clara Schwarze.
No todos los días se tiene la oportunidad de escuchar a una profesional y gran artista del mundo audiovisual como lo es Clara Schwarze. Probablemente la habrás visto en internet bajo el pseudónimo Scarlew Harzac: ya sea en su canal de Youtube, en colaboraciones con HDub o quizás no delante de las cámaras sino detrás, como en su corto «Crónica Macabra de una Noche Cualquiera».
Cabe la posibilidad de que aún no sepas de quién te hablo, pero ¿y si os decimos que es la gran actriz de doblaje que ha puesto voz a la princesa Aurora en «Maléfica», a Carrie en la película del mismo nombre realizada en 2013 o a Elanor «Nori» Brandipie en la reciente serie «Los anillos de poder» entre muchos otros papeles? Imposible no haberla escuchado.
En nuestra revista hemos tenido la suerte de entrevistarla y le agradecemos que nos haya resuelto dudas y compartido su conocimiento; haciéndolo, en definitiva, accesible a todos nosotros.
—¿Qué es para ti el doblaje? ¿Cómo le explicarías a alguien que no tiene ni idea qué es?
—Es magia. Para mí el doblaje forma parte de este engaño maravilloso que es el cine. Es una ilusión, un truco que nos permite vivir una película como si hubiésemos nacido en el país en el que se ha hecho y me parece maravilloso que exista esa opción y que se haga tan bien y con tanto mimo. Una vez, una persona belga me preguntó por qué hacíamos esto en España, no lo entendía. Le dije que así yo podía ver Friends mientras ordenaba la casa, porque entendía perfectamente los diálogos. Puso una cara muy divertida.
—¿Cómo fueron tus inicios en el mundo del doblaje? ¿Pensabas que llegarías a ser profesional? ¿Por qué te interesaste por el doblaje?
—Me matriculé en una escuela de doblaje cuando aún estaba en el instituto, y estudié dos años allí. Por aquel entonces no abundaban las personas de mi rango de edad y empecé a trabajar enseguida, aunque al principio me llamaban muy de vez en cuando. A medida que pasaba el tiempo también lo hizo la frecuencia, hasta hoy. Nunca me planteé que pudiese vivir solo de esto, siempre pensé que sería un trabajo complementario, porque así me lo hacía ver mi entorno. Las profesiones artísticas, ya se sabe, a menudo son injustamente relegadas a simples pasatiempos, cuando son perfectamente válidas. Siempre me habían interesado el cine y la actuación. De pequeña el doblaje me parecía lo más parecido a poder actuar en una gran película de Hollywood, y a medida que fui entrando en el mundillo cada vez me atrajo más su faceta anónima. Al no estar implicada tu imagen ofrece mucha más libertad y menos exposición física que otras formas de actuación, y eso me encanta.
—Tras más de una década dentro del mundo del doblaje, ¿qué papeles o tipos de personajes disfrutas más a la hora de actuar frente al micro?
—Me encantan las comedias, los personajes divertidos e histriónicos me fascinan, más si es animación ya que ahí las emociones no tienen límites. Gracias a estos personajes he descubierto facetas interpretativas mías que no creía poseer. En general, cualquier personaje que me lleve a terreno desconocido, que me haga salir de mi zona habitual a la hora de actuar es más que bienvenido. También tengo especial predilección por los actores extremadamente naturales que hablan con dudas y a trompicones. Son muy difíciles de cubrir, pero permiten jugar muchísimo.
—¿Cómo llegaste a doblar a la protagonista de una película como Carrie (2013)?¿Cómo es el proceso de selección de voces dentro del doblaje?
—Carrie fue a través de una prueba de voz. En doblaje no existen los castings como tal, sino que para ciertos papeles hay pruebas a puerta cerrada. Esto significa que el cliente pide varias muestras, la directora o director de doblaje elige a tres o cuatro personas que puedan encajar y se graban las pruebas. Después el cliente elige. En el resto de casos (o para el resto de papeles para los que no es necesaria una prueba), la directora o director de doblaje realiza un reparto basándose en los tipos de voz y las necesidades de cada papel.
—¿Qué dificultades o características especiales tiene el doblaje de género de terror o terror-comedia?
—La parte mala del terror es que se grita mucho. Si tienes suerte tu personaje será el primero en morir y tu garganta no se resentirá mucho. En ocasiones algunos gritos y otros gestos del personaje están en una pista de sonido separada, por lo que se pueden mantener en versión original, pero normalmente, esos gritos vienen acompañados de palabras como “No”, “Suéltame”, “Ayuda”, y ahí no te puedes librar. Otro problema es si ese tipo de películas te asusta o ciertas partes te provocan aprehensión, no te vas a poder librar. Aunque después de ver la misma escena varias veces para ensayar ya no te afecta tanto, jaja. Es un género muy divertido de hacer, pero la garganta suele sufrir bastante. Hay que saber cómo colocar bien la voz, para no estar afónico al día siguiente y poder seguir trabajando.
— Tu lado como creadora y directora de cortos como «Crónica macabra de una noche cualquiera» se encuentra relacionado con la comedia negra y el terror. ¿Cómo llegaste a la idea de hacer un corto de ese género? ¿Podrías comentarnos alguna anécdota o dato curioso relacionado con el proceso creativo o la grabación del corto?
—Es una combinación que siempre me ha encantado. Creo que el terror tiene algo intrínsecamente cómico, juega con los límites de la realidad, con la idea de la rareza, todo es muy absurdo, por eso creo que se presta mucho. Y aparte, como dijo Tarantino, la violencia y la sangre pueden ser muy divertidas, y son dos aspectos que pueden estar muy presentes en el terror. Mi corto surgió de una anécdota que me contó el productor del mismo. Una noche salió de fiesta con sus amigos y acabaron en casa de dos desconocidos y en cierto punto la cosa se volvió rara. Se fueron a casa sin más, pero la historia me hizo tanta gracia y le vi tantas posibilidades a cómo podría haber degenerado la situación que decidí escribirlo. Ni siquiera me planteé el género, fue una comedia de terror desde el principio, porque así lo habían vivido sus protagonistas.
—Cómo cinéfila, ¿qué es lo que te atrae de este género? ¿Cuál es personalmente tu película favorita de terror? ¿Podrías recomendar 3 para alguien que no suela ver «pelis» de terror o quiera hacerse un maratón ahora en Halloween?
—Creo que lo que más me gusta del terror es que nos coloca en una situación en la que nunca desearíamos estar en la vida real, pero que desde la seguridad de tu salón o de una sala de cine, resulta fascinante. Además el terror suele jugar mucho con el suspense y/o lo paranormal, que son dos aspectos que adoro en toda historia.
Tres películas de terror que recomiendo para este Halloween y que además son de la década pasada son “No respires”, para los amantes del frenesí y la historias trepidantes,“One Cut of the Dead”, si os gustan los zombies y las comedias de terror, es de las películas más divertidas que veréis jamás, y “It follows”, una joyita que cuece su tensión a fuego lento, con una foto y una banda sonora brutales.
—Para finalizar, entre los alumnos se encuentran futuros animadores y creadores de videojuegos, contadores de historias. ¿Qué consejo les darías?
—Como actriz de doblaje les diría que no subestimen el guión y los personajes. No hay nada peor que una historia que podría resultar atractiva con unos diálogos insulsos donde cada palabra es predecible porque la hemos escuchado mil veces. Los personajes son muy importantes porque es con lo primero que va a conectar el espectador. Y como guionista y directora, contad una historia que os guste, que os apasione, que os gustaría consumir a vosotros. Cuando algo se ha hecho con cariño, se nota.