¿De dónde vienen las leyendas urbanas? ¿A dónde van? Sea como sea las leyendas urbanas forman parte de nuestra vida y de nuestra cultura y siempre que haya un rumor, un mito, una noticia mal contada, el amigo de un amigo, una imagen retocada… Seguirán existiendo.
El que acuñó este término no fue ni más ni menos que Richard Dorson en 1968, director del folclore de Indiana. Son relatos que nacen del folclore actual, forman parte de las creencias populares y en ocasiones surge de la sugestión, que, aun teniendo hechos inverosímiles se presentan como si fueran reales. Pero… ¿Hasta qué punto se mezcla la fantasía con la realidad?
Un ejemplo de leyenda urbana relativamente antigua es el de la chica de la curva. Relata la leyenda que, si un conductor va conduciendo a altas horas de la noche sólo, por una de las carreteras desconocidas de Madrid aparecerá una chica haciendo autostop. Si la recoge, la muchacha se sentará en el asiento del copiloto y se mantendrá en silencio aunque el conductor intente mantener una conversación con ella. En un determinado momento del trayecto, llegando a una curva peligrosa, la chica le hablará al conductor diciéndole “Ten cuidado, en esa curva me maté yo”. Según cuentan, el conductor al escuchar esas palabras se gira para ver a la chica, la cual ya no está y muere en un accidente de coche tras distraerse, tal y como le pasó a la chica.
Más actualmente, el mundo de los videojuegos tampoco se queda exento de este tipo de historias, como puede ser la famosa leyenda del pueblo Lavanda de Pokémon. Esta asegura que poco después del lanzamiento de Pokémon Rojo y Verde en Japón comenzaron a producirse autolesiones y suicidios entre los niños debido a la música del Pueblo Lavanda, más concretamente se registraron en Japón 104 suicidios de jóvenes entre 7 y 12 años durante el verano de 1996. Lo que tenían en común es que todos eran jugadores de Pokémon y que habían guardado la partida por última vez en Pueblo Lavanda.
Dicha música es una melodía realmente oscura y triste, pero se les atribuye a los picos de intensidad tonal que sólo los preadolescentes pueden escuchar, y que estos tonos causan dolores de cabeza, insomnio, sangrado de nariz y depresión. “Fue la escucha prolongada de esta canción la que llevó a esos chavales al suicidio”.
¿Por qué se quedó en leyenda? Uno de los problemas que presenta Japón es la gran tasa de suicidios que existen, que en este grupo concreto tuviesen en común que terminaron en el pueblo Lavanda es precisamente porque para pertenecer a este conjunto hay que cumplir dos características, suicidio y estar en el Pueblo Lavanda.