Todos sabemos que la Navidad es una época llena de luz y de color, lo que no todos saben, pero muchos sospechan (porque al humano nos va lo mórbido y escalofriante) son las leyendas menos “happyflower” de esta época.
Muchos ya conocen a Krampus, que es el antagónico de Papá Noel (Santa Claus).
En lugar de traer regalos a los que se portan bien, este hijo de Hela (Diosa nórdica del inframundo) azota a aquellos niños que no es que hayan sido demasiado buenos que digamos y posteriormente se los lleva al inframundo. Es un demonio con aspecto de tal. Ese ser mitológico ha inspirado películas como “Krampus: The chrismas devil”.
Así mismo tenemos a Frau Perchta viene de Percht, que fue una deidad pagana propia de los Alpes y suele aparecer de una de las dos formas, o como una mujer bellísima vestida de blanco, o como una anciana fea vestida con harapos. Esta criatura se presentaba en la casa de los niños y niñas de la región y, si se habían portado bien, les dejaba una moneda de plata en el calcetín colgado de la chimenea, sino el castigo era abrirles el canal, sacarles todos los órganos y rellenarlos de paja y piedras como si fueran muñecos.
También hay otras leyendas no tan conocidas y puede que hasta un poco pintorescas como es el caso del Jólakötturinn -El Gato Yule-, se trata de un gato gigante cuya dueña no es ni más ni menos que Grýla. El gato te come si no tienes ropa nueva por Navidad, esto se entiende porque antaño tenían la costumbre de regalar una prenda de ropa nueva a quienes se habían portado bien el resto del año. Por otra parte Grýla es una criatura femenina parecida a un troll que pertenece a la mitología islandesa, irlandesa y de las islas Feroe en Dinamarca, que baja a los pueblos en la época navideña y se lleva a todo aquel que no se ha portado bien (o que ha sido un vago durante todo el año, es decir, con este ser no te vale tan solo ser una buena persona, hay que aportar a la sociedad), llevándoselo a su cueva para comérselo.
Esta próxima leyenda se dice que antes de ser contratados por Santa Claus, los Jólasveinarnir (o duendes de la Navidad) originarios de la mitología islandesa, que suelen hacer bromas dentro de un amplio espectro del mal a aquellos jóvenes que no se han portado bien a lo largo del año (y sí, repito mucho esto), esto puede ir desde dejar comida podrida, a degollar el ganado o comerse a dichos jóvenes. También existe la versión turca que los llama Kallikantzaros, que al parecer su cuerpo es una combinación de partes humanas y animales.
La pregunta que yo me planteo es… ¿les gustará trabajar para Santa o se escaparán en algún momento?
