Nativity. David LaChapelle

Por alejarnos de la iconografía navideña prototípica y, por qué no, para provocar un poco, hemos elegido a este personaje, que ha producido imágenes icónicas de la cultura Pop pero también ha hecho vídeo, exposiciones y obras de arte. Hablamos del gran David LaChapelle.

David LaChapelle

De Warhol al estrellato

Retrato de Warhol por LaChapelle

Nacido en Connecticut, siendo un joven recién graduado en el bachillerato artístico, se mudó a la ciudad de Nueva York a principios de los años ochenta, donde fue contratado por Andy Warhol para trabajar como fotógrafo en Interview Magazine. Fue activista del colectivo ACT UP contra la devastación que estaba produciendo el SIDA. La pérdida de muchos amigos por los estragos de la epidemia, y la incertidumbre sobre su propio destino, hizo que se interesara por cuestiones relativas al alma y el espíritu, reflejando estas inquietudes en sus obras.

A lo largo de sus más de veinte años en el mundo de la publicidad, ha inmortalizado a un sinfín de caras conocidas del mundo del espectáculo, la música, la moda o el cine. Era frecuente ver sus fotografías en la portada de las revistas de primer nivel. A partir de 2006 fue desvinculándose de la fotografía publicitaria para centrarse en su producción artística, con obras en las que critica el consumismo y la opulencia en que vivimos actualmente y en las que la mujer desnuda aparece despojada de toda humillación o abuso.

Preguntado por este cambio de rumbo, comentaba:

Soy lo que mi corazón y mi intuición me dictan. Simplemente he elegido las cosas que me hacen más feliz y he dejado el resto. Durante mucho tiempo he realizado todos los trabajos que se me presentaban. No se me pasaba por la cabeza rechazarlos. Y un día dije ‘no’. Y en ese momento me sentí libre. Al dejar la fotografía comercial y las revistas pensé que se había acabado. Pero el mundo ha cambiado, es mucho más ágil, más flexible, los artistas transitan más fácilmente de un campo a otro. Cuando me propusieron exponer en los museos y en las galerías me chocó. Decidí hacer cosas nuevas. Es una manera distinta de trabajar, más libre, más estimulante, en la que se puede dedicar más tiempo a cada foto. He liberado mi espíritu.

Y así ha sido como, en los últimos 30 años de carrera, ha expuesto en galerías y museos de todo el mundo, incluyendo la National Portrait Gallery of London, Monnaie de Paris, el Barbican Centre, Victoria and Albert Museum, Tel Aviv Museum of Art, Musee D’Orsay, Groninger Museum, Palazzo delle Esposizioni y la U.S. National Portrait Gallery.

Es fácil ver las concomitancias de sus fotografías con obras clásicas de la Historia del Arte, alusiones desbordantes de color a los grandes maestros del Renacimiento y el arte clásico. Gran conocedor de la Biblia y de las tradiciones cristianas, LaChapelle les da una vuelta de tuerca para hacer crítica social en vívidas y, en ocasiones, bizarras escenas a través del filtro del Pop Art y el Surrealismo.

Lo visual es un idioma; me niego a que mi trabajo dependa de lo escrito y se tenga que explicar. Debemos hablar al mundo. Ser pop. Pop como en vox pópuli, la voz del pueblo y para el pueblo. Pop como Michael Jackson. Nunca estuve en el mundo de la moda, siempre estuve en el exterior.

Es el caso de Nativity, una obra inspirada en el clásico belén, pero ambientada en África.  Una hermosa María sostiene en brazos al niño Jesús en el centro de la composición. En lugar de un buey, que representaba la paciencia en el Antiguo Testamento, LaChapelle presenta a un hombre con una máscara de buey, haciendo un guiño al uso de máscaras en las ceremonias religiosas y culturales de todo el mundo. Un pájaro sustituye a la tradicional representación de un ángel en la escena, representando la fertilidad, la libertad y el alma humana. Un leopardo, considerado el animal de un gobernante, también está representado en el hombre que toca el dundún sobre el recién nacido, pintado con manchas. Detrás vemos un árbol, que simboliza el Árbol de la Vida, cuyos frutos ofrecen la vida eterna.

Nativity, 2012. LaChapelle

Mi obra es convencional en la idea de utilizar la figura -el cuerpo humano- en la naturaleza como algo sagrado. Hay Buda bajo un árbol, hay muchos cuadros que hacen referencia al Corán. Para mí todas las religiones tienen la verdad; son ríos que llevan al mismo océano. Sólo que, con lenguajes diferentes, con maestros diferentes en épocas diferentes. Siempre me ha interesado eso desde que era muy joven.

Lost and found. LaChapelle

Desde el punto de vista formal, destaca su arquetípico empleo del color saturado y la ubicación de los personajes en primer término para potenciar la profundidad de campo. Para iluminar, trabaja con equipo completo de difusores y reflectores, haciendo un uso efectista del Beauty Dish y empleando la técnica de la doble exposición para conseguir acabados pictóricos.

Como en el caso de la serie Jesus is My Homeboy, LaChapelle se sirve de la iconografía religiosa para contar problemáticas actuales. Un estilo único y personal que tiene en su uso de la luz y el color su rasgo más característico. La explosión de una supernova pop de la que brotan imágenes que desbordan sensualidad y cromatismo, fantasías de glamour y decadencia.

Jesus is my Homeboy: Last Supper, LaChapelle

Adorado por unos y puesto en entredicho por otros, lo cierto es que la obra de David LaChapelle puede presumir de no dejar indiferente a nadie y eso es, en cierto modo, uno de los cometidos del arte.

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